Pues así es. El francés Thomas Piketty ha publicado en 2014 un libro que nace ya con espíritu de clásico: El capital en el siglo XXI. No sabemos si hay un guiño a El Capital, de Karl Marx (Das Kapital, primera parte, 1867, y de Friedrich Engels en sus partes segunda, 1885, y tercera, 1894), aunque quizás no puesto que he sabido, por una entrevista, que el fránces dice no haber leído la obra del alemán.
Se trata de un minucioso recorrido histórico sobre la manera en que se se ha distribuido la renta y la riqueza desde el siglo XVII hasta la actualidad en el mundo.
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Para Thomas Piketty, los debates intelectuales y
políticos sobre la distribución de la riqueza se han alimentado sobre todo de
grandes prejuicios y de muy pocos datos. En ese campo de batalla han convergido
ideas sobre la igualdad entre los ciudadanos, el derecho de las personas a ser
retribuidas conforme a sus méritos, la confianza en que el crecimiento
económico mitiga de manera natural los contrastes entre los más favorecidos y
los francamente abandonados, pero la información concreta, referida a un plazo
largo y a diversas geografías, no se había empleado con suficiente rigor para
entender cómo se acumula el patrimonio, qué consecuencias sociales tiene ese
proceso y qué pueden hacer los Estados para enfrentarlo. El lector encontrará
en estas páginas un muy detallado análisis de cómo se han distribuido el
ingreso y la riqueza en el mundo, desde el siglo xviii y hasta nuestros días. A
partir de una rica base de datos económicos de una veintena de países disponible en línea para quien quiera profundizar en tal o cual asunto y con certeras pinceladas literarias de Balzac y
Austen que sirven para dar ejemplos de cómo las
sociedades han entendido su relación con el dinero, Piketty hace un minucioso
recorrido histórico y estadístico para identificar ciertos patrones en el
proceso de acumulación del patrimonio en las principales economías. Para el
investigador de la École de Economie
de Paris, cada nación ha respondido de manera diferente a una ley básica del
capitalismo, según la cual el rendimiento del capital suele ser superior, a
veces por mucho, a la tasa de crecimiento de la economía, lo que puede
estimular la concentración de la riqueza y agravar la inequidad; queda a los
Estados decidir, individual o colectivamente, cómo influir en esa fuerza
polarizadora. El capital en el siglo XXI ha despertado animadas polémicas en
prácticamente todo el orbe, en parte por reintroducir entre académicos,
políticos, comentaristas y público en general la preocupación sobre las
desigualdades sociales; en parte por su propuesta de establecer políticas
fiscales de alcance global que moderen la disparidad de impuestos a la riqueza
y a la herencia; en parte por su visión amplia de lo que deben ser hoy las ciencias sociales, y en parte porque
ofrece argumentos sólidos, frescos, para que gobiernos y sociedades combatan de
manera frontal el flagelo de la desigualdad. Por todo ello, la de Piketty es
hoy una voz imprescindible en los tiempos que corren.
Resumen tomado de casadelibro.com.
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En el siguiente enlace podemos leer una recensión de esta magna obra (663 páginas), publicada en el suplemento literario
Babelia del diario
El País. La escribe Jesús Mota el 4 de diciembre de 2014:
http://cultura.elpais.com/cultura/2014/11/27/babelia/1417094588_821931.html
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